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Carpe diem (vivir el momento)

lunes, 20 de agosto de 2012

Abriendo heridas aún sin cicatrizar


¿Vivir a base de recuerdos? No es bueno, pero sí posible. Recuerdo absolutamente todo, como si todavía viviese allí. Como si, de alguna manera, mi otro yo se hubiera quedado allí, inmersa en el pasado...
Quizás todo pasó muy rápido, o simplemente no estaba acostumbrada a ello. ¿Quién iba a proporcionarme esa felicidad que tanto me gustaba y que tanto necesitaba si no era él? ¿Quién sería capaz de llenarme de vida por dentro? Sabía la respuesta: nadie.
Dicen que el pasado es sólo una etapa de la cuál hay que pasar página y seguir adelante. Dicen que las personas que se marchan de nuestro lado, tarde o temprano dejan huella y un gran vacío. Dicen, que para saber amar a una persona hace falta soportar todos sus defectos. Dicen que al otro lado del mundo, alguien a quién no conoces, está deseando hacerlo. Dicen que nuestra alma gemela existe. Está, aparece. Que en el momento adecuado y preciso simplemente aparece...
Y bien, ¿qué pasa si mi pasado es él y no quiero pasar de página? ¿Qué pasa si me gusta esa página? ¿Qué ocurre si él me dejó huella desde el primer momento? ¿Qué ocurre si aún nadie ha podido reemplazar ese vacío? ¿Qué pasa si para mí sus defectos eran simplemente virtudes? ¿Qué pasa si esa persona a la que no conozco, es él para mí? ¿Qué ocurre si yo para él soy esa persona a la que no conoce? ¿Qué pasa si él es mi alma gemela? ¿Qué ocurre si apareció en el momento adecuado y ninguno de los dos nos pudimos dar cuenta? ¿Qué ocurre si ninguno de los dos pudimos verlo?
Dicen mcuhas cosas, pero al fin y al cabo, nunca dicen éstas...