Ya ni se esfuerza
en insistir les a sus padres. Lo hace y al instante los gritos inundan la casa.
Se va de allí con la cabeza agachada, con un nudo en la garganta, con lagrimas
en los ojos. Ya sabe que lo ha hecho mal, pero cada día es peor. Se queda sin fuerzas para
enfrentar la realidad y un día se va a cansar. ¿No entienden lo mucho que la
fuerzan y lo sola que se siente? Esto la va a acabar matando.
Se encierra en su habitación
y cae al suelo, posando sus manos en su rostro, con las lágrimas tocando sus
mejillas empieza a respirar entre cortada mente y poco a poco resbala al suelo.
Lo siento, pero estoy harta de luchar.