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Carpe diem (vivir el momento)

sábado, 14 de julio de 2012

Traficante de Sonrisas


-Y dime, ¿a que te dedicas? - añadió mirándole a los ojos, divertida, mientras jugaba con su corbata azul celeste.
-A enamorarte- se paró a pensar por un minuto y... era verdad. Se dedicaba a eso.
Nunca le gustó su trabajo pero, había que reconocer que ganaba suficiente dinero con una sola chica. Él, trafica con sonrisas. Por cada tía que enamora llevándola a la cama, cobra. Y sí, para que mentir, sus ojos oscuros y su boca perfecta le ayudan. 
-¿Y que pasa si no lo consigues?-  sonrió mirándole a los ojos, ingenua. Ella no sabía que las palabras que esbozaba John eran totalmente ciertas. 
-Siempre lo consigoañadió mientras le retiraba el pelo de la cara, colocándoselo detrás de la oreja. 
El frío de la pared no molestaba a la espalda de John, quizá hasta le gustaba. Pero ella, sin embargo, se recostaba sobre el amplio y musculado pecho de él, rodeada de calor.
Esa chica no era como las demás y él, lo sabía. Era la primera vez en toda su vida laboral que tenía miedo a hacer daño a alguien, en este caso, a esa joven de pelo largo oscuro y ojos verdes.
¿Qué pasaría si esta vez, el pequeño traficante de sonrisas, se enamora?