He llorado hasta
sentir la piel arrugada, he sufrido lo que ninguna niña de 15 años debería sufrir
jamás, he sido todo lo fuerte que puedo ser, me he sentido culpable hasta decir basta, he deseado ser yo a la que le pasara todo esto de una
manera tan enfermiza que hasta me asusté, he sido optimista hasta parecer que no me importaba esta
situación, he mantenido la esperanza hasta límites inimaginables, he tratado de transmitir seguridad en mi misma sin tenerla si
quiera, y he rezado todo lo que sé sin creer en Dios, y aún así, no ha sido suficiente. ¿Que tengo que hacer para que todo esto se acabe? Empiezo a sentir que nada de lo que haga merecerá la
pena.