expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

Carpe diem (vivir el momento)

lunes, 15 de octubre de 2012

Sofocación.

Durante las últimas noches padecí un insomnio estremecedor. Se me hace imposible conciliar el sueño temprano, no puedo evitar dar vueltas en mi cama hasta altas horas de la madrugada, muchas veces hasta el alba. Dormir siempre fue la única vía de escape que encontré hacia mis problemas, y no poder hacerlo me está matando. Estar despierta es sinónimo de pensar, de vivir un realidad que no tolero ni en lo más mínimo, de torturarme a cada segundo y acrecentar de esa forma, el nudo que se apodera de mi garganta.
¿Nunca lo sentiste? Ese nudo que al paso de los días se va agrandando más y más, hasta el punto en que tapa cualquier vía respiratoria y comienza a hacerte falta el oxígeno. (De cualquier forma no deja de ser una exageración, pero el nudo existe y me está raspando en el interior hasta hacerme llorar, mi corazón está bombeando sangre más rápido de lo normal y mi pulso sube). Es ni más ni menos que la acumulación de mis problemas, empezando con mi personalidad sofocante, extremista, completamente hartante.