Finalmente puedo desprenderme de aquel amor obsesivo, puedo ser yo, con mis metas, con mis
principios y con mis ganas de ser. Nunca había tenido ganas de ser, todo
siempre lo circundó. Hoy soy libre
y me enamora otro hombre. No puedo negar que las similitudes a veces
me confunden. Muchas otras me pregunto qué será de su vida. Me lo pregunto
retóricamente, en realidad no
quiero saberlo.