Solía perderte para encontrarte sin buscar alguna explicación.
Sabíamos querernos con ausencias sin buscar algo mejor. Dejamos caer todo en
manos de lo que fuera, noches de palabras cruzadas y alguna que otra miseria.
No fueron más que momentos de sinceridad, hola te extraño y la luna abandonaba
el lugar. Si bien no entendimos que era lo que estaba mal, recuperábamos
lo que había un día atrás. Fue el tiempo, inestabilidad, nuestras dudas por
delante, hablar del tema estaba de más si las penas eran grandes. Esta tristeza
que llevo adentro equivale a las veces que dije cuanto te quiero, ya lo se
cuando se trata de dos nada es fácil. A veces el se va o soy yo la que me
alejo, esperando que encontrara lo que siempre estuvo acá.